EMOCIONES
Cuenta la historia de un día al uso. Te levantas y disfrutas de las genialidades de un sábado de verano: despertarse sin alarma, desayuno lento, playa, sol y sal (a primera línea del mar), arroz marinero en la terraza más especial que pueda haber (la de tu casa).
Genialidades de mañanas de sábados de julio, sí.
Y tardes de turisteo. Cerveza, buena compañía, paseo, gente, aroma entremezclado a perfumes varios.
Cóctel químico.
Cena a pocos metros del mar… y de repente, no sé por qué, o, dicho de otro modo:
¿Por qué? No sé…
Llega alguien, una persona al azar, que comparte espacio contigo, y sin ir a buscarlo, te remueve un sinfín de emociones.
Una mirada. Decaída.
Ojos tristes.
No sé la dureza o la facilidad de vida de la persona en cuestión. Lo que sí sé, es lo siguiente: la pena me invadió.
Se apoderó de mí. Me sacudió, y removió.
En un mundo de emociones, conecté con la más poderosa vulnerabilidad.
Sin saber por qué.
Se le veía feliz, pero su mirada me contó demasiadas cosas, no sobre él, sino sobre mí…
“Cuando un día al uso, te levantas y disfrutas de las genialidades de un sábado de verano” …
Llega una persona (al azar), te remueve, te desorganiza los esquemas planteados para un fin de semana de un caluroso julio de 2021…
…Y te lleva a escribir lo que no se piensa, pero sí se siente.
Simples gracias por permitirme estar haciendo esto, aquí, y ahora.
EMOTIONS
This tells the story of a typical day. You wake up and enjoy the greatness of a summer Saturday: waking up without an alarm, slow breakfast, beach, sun and salt (on the seafront), seafood rice on the most special terrace there is (the one in your house).
Great Saturday mornings in July, indeed.
And afternoons of sightseeing. Beer, good company, strolls, people, aroma mixed with multiple perfumes.
Chemical cocktail.
Dinner a few metres from the sea… and suddenly, I don’t know why, or, in other words:
Why? I don’t know…
Someone arrives, a random person, who shares space with you, and without looking for it, you are stirred by a myriad of emotions.
A look. Decayed.
Sad eyes.
I don’t know how hard or how easy the life of the person in question is. What I do know is this: grief came over me.
It took hold of me. It shook me, and stirred me.
In a world of emotions, I connected with the most powerful vulnerability.
Without knowing why.
He looked happy, but the look in his eyes told me too much, not about him, but about me…
“When on a regular day, you wake up and enjoy the greatness of a summer Saturday…”
A (random) person arrives, stirs you up, disorganises your plans for a weekend in a hot July 2021…
…And leads you to write what you don’t think, but you feel.
Simple thanks for allowing me to be doing this, here, and now.