EL INTERRUPTOR DE ENCENDIDO SE ENCUENTRA DENTRO DE TI

Cuando una situación te vierta en la apatía, tristeza o desolación…

Cuando una persona no cumpla las expectativas que tenías respecto a ella…

Cuando tú no llegues a ese listón tan rígidamente marcado…

En cada una de ellas, siempre, digo siempre, el motor de encendido está en ti.

Me explico, creer que la situación mejorará si esa persona abraza tu tristeza, si cumple las expectativas que muy posiblemente (esa persona) realmente no ha llegado ni a rozar, si tu rigidez extrema te llevará por el camino del control y perfeccionismo…cada una de estas situaciones, no desembocarán en buen puerto puesto que esperarás que sea el entorno el que cambie.

No hay mayor capacidad de crecimiento que la de saber que crecerás (emocionalmente hablando), el día que empieces a cambiarte tú.

Y cuando digo “tú”, me refiero a…

  • la actitud con que te tomas las cosas
  • La flexibilidad mental que poseas
  • La capacidad para no tomar nada de manera personal

En fin, un sinfín de situaciones que, solo te liberarán cuando puedas sentir que el motor del cambio, la luz de encendido, el interruptor de “conectado/desconectado” residen dentro de ti…

Suelta eso que no te permite avanzar y recuerda.

Lo que es para ti, te busca (o no), se encuentra (causalidad) y finalmente, se queda (rotundamente, SÍ)