Hace unas semanas planteaba una serie de situaciones, las cuales pude definir como “ladrones del tiempo”. Esas situaciones que, realmente se reducen a una serie de pensamientos enmarañados que nos alejan del aquí y ahora.
Pues bien, hoy, me gustaría poder hacer una especial mención a ese actor secundario de la anterior entrada al blog: el ahora.
Todo se reduce a lo que somos y sentimos ahora. La vida es vivida aquí y ahora. Somos el presente.
Sí, muy posiblemente estas frases te parezcan excesivamente romantizadas o lo bastante edulcoradas como para poder aplicar. Pues bien, debo decirte que realmente, no se trata de idealizar el momento actual, sino de tomar consciencia y anclarnos a lo que nos acompaña en este preciso momento.
Por ello, hoy simplemente me voy a ceñir a exponer un ejercicio para poder tomar mayor consciencia.
En cuanto sientas que la mente divaga hacia lo no tangible (el pasado o futuro), toma consciencia de que esto está sucediendo (para así poder dejar de alimentar dicho pensamiento), para, acto seguido, poder centrarte en un par de sentidos (o tres) que estén ocurriendo. Por ejemplo, un sonido, un aroma, o un olor.
El viaje hacia lo sensorial es el primer punto clave para poder centrarnos en lo que es ahora.
Espero que este pequeño ejercicio te ayude a dar este primer paso hacia la conexión con el presente a través de los sentidos.
Feliz miércoles.