Hablar de las prioridades me permite abrir el abanico con el fin de poder mirar con perspectiva, y empatía, hacia aquello que, tarde o temprano, a mí, personalmente, me ha hecho darme cuenta de que, en la vida, en muchos aspectos (por no decir todos), las prioridades ganan la batalla.

En ese caso, cuando tú, persona caminante, que, en cada pisada que das, decides tomar una decisión (nunca mejor dicho), observas que alguien ( el/la cual podemos situar dentro de tu lista de personas favoritas), entra en un juego de dobles sentidos, en los que, la incoherencia es la protagonista, ya que afirma y confirma que te quiere y te elige en su vida, pero, al mismo tiempo, ni afirma ni confirma tener tiempo para compartir, ten por seguro que, justo ese simple hecho de ni afirmar ni confirmar la libre elección de decidir compartir un espacio común, es una clara muestra de que, ni eres prioridad e inclusive, ni eres posible opción.

Abrir los ojos para observar (más que para mirar), quién realmente te quiere y te desea como un pedacito de su historia, es un claro ejemplo de amor propio, porque recuerda, si te ignoran, si se ausentan, si ni sí, ni no… en fin, si hay dudas…

ES QUE NO

Así pues,

Prioriza en que escala te encuentras tú en tu vida.

Elige por encima de todas las cosas, aquello que restablezca tu equilibrio y sobre todo, te permita vivir un poquito más tranquilo/a, sin mayor presión que la de simplemente fluir.