Si bien de los apegos inseguros no nacen más que nudos emocionales, poder tomar consciencia de saber en qué punto estamos y hacia dónde nos dirigimos, puede ser esclarecedor a la hora de poner la lupa en el tipo de relaciones que mantenemos con nuestro entorno más cercano (y más lejano).

Porque si te expresas, sueltas cargas.

Porque si sueltas cargas, caminas con mayor soltura.

Y, de manera inesperada, al comprobar que al expresarte lo primero que haces es respetarte, entenderás que no es tan complicado establecer relaciones seguras.

Relaciones basadas en la comunicación, y confianza.

En poder confiar en los demás, porque, primero que nada, has confiado plenamente en tí.

Porque, el día de ayer, te dieron las alas para poder volar, sabiendo que tenías un nido seguro al que poder volver.

O bien porque, a día de hoy, has tomado consciencia de las carencias afectivas y la falta de estima y, por tal, has DECIDIDO soltar cadenas, para poder vivir libre, loco y feliz.

Porque, entiéndeme, decidir ser uno mismo, a día de hoy, y, sobre todo, ser uno mismo en un mundo caótico de dependencias y fragilidades…resulta muy caro y, ¿lo peor? es GRATIS.