Que la lectura activa mi inquietud en cuanto a toda la sabiduría que reside en los libros es un hecho, sí.
Que me interese (últimamente) por las relaciones (en general) y relaciones de pareja (en particular), también es un hecho, que viene de la mano de la primera afirmación (mi interés por los libros).
Pues bien, toda la inquietud queda plasmada en estas breves palabras:
El cuestionarnos ciertas creencias arraigadas que, por puro reforzamiento social, a día de hoy siguen vigentes en nuestra sociedad, es uno de los grandes escalones que pretendo confrontar con mis reflexiones.
Y gracias a un libro, afirmo que la dependencia es un hecho, no una opción ni una elección. No decidimos ser dependientes.
Es un hecho biológicamente escrito en nuestros genes y en nuestra historia evolutiva.
Es un hecho también que existen dependencias varias, unas más sanas que otras (por lo que puedo decir que algunas veces sí decidimos ser dependientes). Esto sucede cuando nos vinculamos desde lo insano, desde el necesitar a LA persona por encima de todas las cosas, más allá del bien y del mal.
Pero en todo este mundo de los apegos y las relaciones, de los vaivenes emocionales y los ligoteos directos o indirectos, aclarar una cosa:
¿Estilos de apego? Tres: Ansioso, evitativo y seguro.
Y tras la pregunta, plantear lo siguiente:
Si estás solo/a, y deseas encontrar a alguien…
Las probabilidades de que te topes con un evitativo son muy altas, altísimas…

  • Porque no se vinculan emocionalmente
  • Porque al no vincularse, pasan por distintas relaciones en muy poco tiempo y, además, no necesitan “sanar” el duelo por las pérdidas anteriores, por lo que la probabilidad de que estén en el “mercado” es mucho mayor a la probabilidad que lo esté una persona de estilo seguro.
  • Al haber mayores probabilidades de que existan muchos evitativos, tú, que tienes el objetivo de encontrar pareja, muy probablemente te cruces con uno de éstos… y es entonces cuando…
  • SE MASCA EL DRAMA Y LA TRAGEDIA,

Pero qué decir, al final de todo, APRENDIZAJE.
Porque tú, persona sensible a cualquier rechazo, seguramente caerás en el juego de las señales confusas que suelen mandar, o en su pobre responsabilidad afectiva, así como en la red de la confusión a la que suelen recurrir, siempre dejando lugar a la incertidumbre…
Es por esto que, por mucho que se masque la tragedia, o el drama… al final de todo, todo es aprendizaje.
Equivocarse, caer, aprender y levantarse.