Sería maravilloso que cabeza y cuerpo bailasen el mismo baile.

Siguiendo los mismos pasos, el mismo compás…

Una melodía rítmica que envuelva a ambos dos.

MARAVILLOSO SEA DICHO (DE PASO)

Pero, puestos a ser realistas, en un mundo caótico, acelerado y encorsetado, lo que prima es el destiempo, el “no-compás”.

Cuando la cabeza te dice que hagas una cosa, y el cuerpo te pide justo lo contrario.

Cuando el cuerpo te dice que le escuches, y la cabeza te lleva por distinta dirección.

Es entonces cuando, como buen aprendiz de batallas y, como protagonista del CONCIERTO de tu vida, ese en el que todo debe estar milimétricamente afinado, armónico y melodioso, debes ser capaz de escuchar (y seguir) la linterna interior, el instinto, la intuición…

LA MENTE SABIA

La que une cabeza y cuerpo; mente y alma; cerebro y corazón.

Ni apostar al cien por la mente racional

Ni apostar al cero por la mente emocional.

LA MENTE SABIA: el equilibrio perfecto, como el mar… ese del que ya hablamos…

¿Recuerdas?