Vivir construyendo el día a día en base a las quejas por tener que y deber hacer:

LAS RUTINAS, o bien, LOS HÁBITOS

Esas compañeras que, día tras día forman parte de nosotros, o, dicho de otro modo, conforman parte de nuestro día a día.

Y decir que vivimos negándolas, o juzgándolas.

El despertador a las 7,20 los lunes; la reunión de los viernes; la clase de los miércoles…

Vivir entre queja y queja que, dicho sea de paso, a lo único que nos lleva es a demonizar nuestra semana.

Pues bien, esa tan odiada y aburrida rutina es lo que da a tu vida una maravillosa y perfecta estabilidad…

  • Porque te da estructura mental
  • Porque te ancla al presente (siempre y cuando sepas disfrutar la misma)
  • Porque te hace un ser realizado, libre, útil y accionado a una serie de objetivos.

Pero que decir que, a todo esto, vivimos en un mundo de orden, organización y agendas repletas de “quehaceres”, que, muchas veces nos puede llevar a concebir como complicado el poder disfrutar de aquello que elegimos como seres racionales y sintientes que somos.

¿Has elegido desde la libertad estar haciendo lo que ahora realizas?

Supongo que nadie te ha coaccionado a que abras esta página y leas las anteriores y presentes frases, así que, por mi parte…

ENHORABUENA.

Sacar momentos de nuestra RUTINA para hacer lo que nos apetece (y sentimos deseo de hacer), es el primer paso para que empieces (siempre que quieras) a construir un concepto sano, útil y práctico de los hábitos y rutinas.

Porque te dan equilibrio.

Porque te humanizan.

Porque te sanan.

Feliz inicio de semana